miércoles, 7 de octubre de 2009

FIN DE SEMANA EN EL NERPIO

NERPIO

Hoteles, restaurantes, gastronomía, pinturas rupestres, nueces, rutas de senderismo: de todo esto y mucho más hemos podido disfrutar este fin de semana en el Nerpio, un pequeño pueblo de montaña en la sierra sur de Albacete.

Empezamos esta excursión desde Alicante los componentes de http://www.rutaverdealacant.blogspot.com/ . Eran las ocho de la mañana, todo el mundo fue puntual y teníamos dos horas de camino por delante hasta llegar a nuestro destino. Acordamos hacer una parada para recuperar fuerzas. Después de pasar por Murcia, Caravaca y Baranda, nos detuvimos en Archivel, uno de los últimos pueblos de Murcia antes de entrar en la provincia de Albacete. Nos encontramos un cartel que nos anunciaba un restaurante desconocido para nosotros, del cual nos llevamos una grata sorpresa tanto por lo agradable del lugar como por sus módicos precios, ( si estas a dieta sigue y no te pares aquí porque con su chimenea de leña y todos los derivados del cerdo te preparan una ” almorzá” que te deja arreglado para toda la mañana). A la hora de pagar la frase más repetida por todos era que se habían equivocado en el precio, pero habíamos llegado a unas latitudes donde los precios no han subido con el cambio al euro.
Después de almorzar seguimos nuestro camino hacia Nerpio y llegamos al Hostal Los Nogales: de los de pueblo, limpio y muy económico. Dejamos los bultos y nos preparamos para realizar una excursión desde el pueblo hasta el Molino de las Fuentes, un paraje natural bastante cuidado.

Cruzando el pueblo nos encontramos con el mercadillo de los sábados. Como siempre, no podemos pasar sin comprar algunas cosas como mandarinas, golosinas y algún capricho (Encarna se compró una chaqueta de última moda de París). Llegamos hasta la Ermita de Nuestra Señora de la Cabeza. Seguimos por un sendero que nos obliga a cruzar un riachuelo, por el camino encontramos muchos nogales y como estamos en plena cosecha hay nueces por todos lados. Niños y mayores cogemos nueces que estaban por el camino. También encontramos zarzamoras llenas de frutos que probamos y estaban riquísimas, incluso uvas cerca del riachuelo. Una vez que llegamos al paraje del Molino de las Fuentes nos acercamos hasta unas pequeñas cuevas para ver unas pinturas rupestres pero nos encontramos que unos bárbaros las habían destrozado aun estando protegidas con valla, y sólo pudimos ver unos pequeños restos de pinturas. Nos quedamos un poco defraudados, pero esta zona, por si sola, merece la pena para pasar unas horas de relajamiento y disfrutar de su belleza.

Realizamos el descenso siguiendo siempre el curso del río. Ya es la hora de comer y nadie quiere perderse otra muestra de la gastronomía del pueblo. Encontramos el bar restaurante La Cueva en el centro del pueblo, en pocas palabras, todo fenomenal con una calidad precio que nos sigue sorprendiendo.

Por la tarde nos dirigimos hacia Pedro Andrés para visitar las ruinas de un antiguo castillo en lo alto de una atalaya que es fácil de divisar por el camino y donde disfrutamos de unas magnificas vistas de toda la zona. Los niños se lo pasaron estupendamente haciendo sus trastadas, aunque Alberto salió un poco escarmentado.

A la vuelta nos paramos en Los Enebros, lugar pintoresco que cuenta con un buen restaurante y aunque no pudimos ver la zona, ya que se hizo de noche, quedamos para el día siguiente y así probar las migas y gazpachos.

Ya de vuelta en Nerpio nos arreglamos un poco y disfrutamos de un picoteo y unas pizzas en el bar - pizzería La Esquina, (es el único que hay abierto además del bar La Cueva que ya habíamos probado), pero por su elaboración casera merece la pena. Aquí también nos volvimos a sorprender por los precios.

Para rematar el día faltaba descubrir la “Saturday Night Fiver del Nerpio”. Recorrimos varios Pub-disco donde pudimos mover el cuerpo a ritmo de la música. Nos lo pasamos genial bailando como hacía años (las copas a un precio muy decente).

Al día siguiente, después de desayunar, nos acercamos a la oficina de turismo ya que desde aquí se puede realizar un excusión con guía local (por el módico precio de 3 euros por persona) para ver pinturas rupestres. Nos llevó a una zona a escasos metros del nacimiento del río Taibilla, declarada patrimonio de la humanidad, en la que pudimos contemplar los “abrigos” o pequeñas cuevas donde se encuentran las pinturas rupestres. El guía nos comenta que tienen aproximadamente unos 11000 años de antigüedad y que hay más de 70 lugares en toda la zona de Nerpio donde se puede encontrar arte rupestre, lo que la convierte en la mayor concentración del arco mediterráneo.

Después de la excursión nos acercamos a Los Enebros para disfrutar de las migas y gazpachos manchegos que teníamos reservados.

Se ha acabado el fin de semana y nos toca volver a la rutina del trabajo pero ya estamos pensando en la próxima y tenemos alguna idea…. quizás una visita a las Lagunas de Ruidera.

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